Por Susana Maria Barros Bueno
Todas las mañanas mientras el sol se asoma a iluminar el balneario de El Rodadero, en Santa Marta, cientos de personas llegan a ocupar el Área de la playa por distintas razones. Turistas de todos los lugares del país y del mundo vienen a conocer los maravillosos paisajes que ofrece ‘La Perla de América’.
Además de viajeros, una cantidad considerable de personalidades adornan con su presencia la playa, ofreciendo a los visitantes innumerables clases de productos de todo tipo que ellos tienen para la venta.
“Este es el trabajo mío de todo el año” exclamó Sandro Castro, vendedor de artesanías del Rodadero, con una voz que parecía más cansada que sus pies. Sandro también viaja, pero desde San Martín y también disfruta del paisaje, pero trabajando. “Lo hago por mis dos hijos y por mi mujer” decía, mientras me ofrecía su producto frente al sol anaranjado que era testigo de una conversación que me regalaba unas cuantas enseñanzas.
“La unidad vale 3.000 y dos, por 5.000 pesos” Insistía. “Son una especie de souvenir, que los turistas llevan como recuerdo de Santa Marta a las ciudades de destino.”
Las artesanías son elaboradas a mano y pegadas con yeso. Son curiosísimas, cada una simula las playas de la hermosa Santa Marta. Los materiales que utiliza son sencillos y económicos, son hechas de caracoles, piedritas y ostras que el caribe le obsequia a Sandro para que ejerza su “derecho al trabajo”.
Sin embargo, la ardua labor de los ‘vendedores informales’, tal como figuran en el Decreto 075 del 2013, no solo lidia con la responsabilidad de vender toda la mercancía, sino que además de esto, muchos de los vendedores como Sandro Castro, se ven obligados a luchar en contra de la injusticia de Colombia.
"Desconoce el motivo de que a los vendedores ambulantes no se les está otorgando el permiso correspondiente. Hay muchos vendedores que se encuentran con su permiso vencido. Eso es cuestión de la alcaldía. Lo que a La Policía le compete simplemente es hacer cumplir el reglamento que figura en el Decreto 075 del 2013”, dijo el agente Luis Carlos Doncel del CAI de El Rodadero.
Otro de los vendedores ambulantes es César Augusto Piedrahita, un ser humano fresco, simple, sin medias tintas. Habla sin tapujos, sin pensar dos veces. Vende cervezas, agua y gaseosa.
Piedrahita tiene la fortuna de contar con el permiso para trabajar desde hace varios años. “Lo saqué porque me quitaban la mercancía, una vez perdí más de seis millones de pesos en mercancía de cerveza, agua y gaseosa. Ellos a veces joden y a veces no joden, por ahí cada ocho días están pidiendo permiso. Cada vez que eso pasa los que están por ahí sin permiso salen corriendo” Sostenía.
A lo que Sandro agregó: “Uno va allá a la alcaldía y le dicen que no hay permiso para los vendedores, que ya los permisos están dados para el Rodadero, ese es el cuento. Uno busca la manera de sacar su permiso para que no lo estén molestando, para poder trabajar tranquilamente y que el derecho al trabajo no se pierda porque si uno no trabaja, no come. ¿Qué hace uno con la mujer y los hijos que tiene en la casa?”
“La vida es muy injusta, son cosas que uno no entiende, si la gente roba es malo, pero si quiere trabajar es malo, entonces ¿Qué hace uno? ¿Dígame usted si no es así como yo le estoy diciendo? Entonces, tienen que buscarle una solución al trabajador.” Concluyó Castro.
Me parece un tema muy interesante Susana y te quiero felicitar, debido a el Rodadero es un sitio turístico que solo se va a disfrutar y no se ven las problemáticas que se afrontan allí, me parece muy bueno que lo plasmes en una crónica para tener mejor entendimiento de esta situación.
ResponderEliminarMe parece un tema muy interesante, de echo los vendedores tienen cada día difícil para conseguir algo para su familia e existir, deberían de darle mas importancia, porque ellos pueden aportar algo a la economía del país.
ResponderEliminarNuestra carrera como su mismo nombre lo dice es social por tanto tenemos como ética profesional ayudar ala sociedad y me parece muy bonito que se traten esos temas para que las personas nos demos cuenta como estas personas luchan es una ciudad que solo sus gobernantes quieren ganar ello pero que en realidad no se le invierte un pero y mucho menos al servicio turístico que es uno en los cuales la ciudad le saca provecho.
ResponderEliminarMe gusto mucho tu crónica, creo que son muchas las personas a las que les incomoda que estas personas se les acerquen a mostrar sus productos sin conocer la situación que estas atraviesan, te felicito , mostrar la realidad que viven las personas es el deber de un periodista.
ResponderEliminarSusana me parece muy interesante que haya querido rescatar problemáticas como estas, rescato su originalidad a la hora de elegir el tema. Un abrazo fraterno
ResponderEliminartienes que denunicar los casos y ser lo mas objetiva posible asi como lo hiciste pero no puedes colocar en una cronica (al menos que sea una columna ) tu opinión, no puedes decir lo que sientes, al menos que lo describas como parte del escenario y no como opinion tuya RECUERDA SIEMPRE EN TERCERA PERSONA
ResponderEliminarDE RESTO MUY BUIENA LA INVESTIGACION, ME GUSTO
Genial Susy, original tu tema y resaltar lo que viven estas personas a las que no les damos importancia muchas veces.
ResponderEliminarPD: Chistosa tu foto, pero linda :D Jejeje
Excelente me parece muy bien que alguien se preocupe por estas personas luchadoras y constantes en su trabajo, te felicito
ResponderEliminarMuy buen trabajo, me parece excelente que se resalten problemas como este. son personas que luchan por un diario vivir y lo hacen de manera honrada y que están en todo su derecho de laborar para sustentarse a demas que ellos hacen parte del rodadero como sitio turistico, son personas que nos representan de alguna u otra manera. !Felicidades!
ResponderEliminarSusana muy buena crónica, te felicito ya que pocos sabemos lo duro y difícil es para un trabajador del rodadero su diario vivir, sigue así.
ResponderEliminarPD: muy buena foto!
Casi nadie sabe todo lo duro que es para estas personas su trabajo, y mas cuando la policía no los ayuda para nada. Debemos ser mas humanos. Me gusto mucho tu forma de redactar, vemos diferentes puntos de vista frente a esta problemática. Btw buena ortografía. Felicitaciones.
ResponderEliminarBuen artículo Susana, estas personas merecen ser escuchadas y que su trabajo sea reconocido por alguien.La parte humana de los vendedores casi nadie la conoce y resalto que quisieras mostrarnos eso.
ResponderEliminarque buena crónica susana, me gusto mucho te felicito que resaltes problemas como estos ya que el Rodadero es un sitio turistico. felicitaciones
ResponderEliminarmuy buena crónica, y me parece bonito el hecho de resaltar la labor de estas personas.
ResponderEliminarEs una crónica muy ineteresante, puesto que no todo el mundo conoce ni se pregunta por lo que tienen que pasar estas personas. Me gusto mucho, te felicito.
ResponderEliminarInteresante articulo, que bueno que quieras resaltar el trabajo de estas personas, y como consiguen su sustento. Felicidades. continua asi
ResponderEliminarMuchas personas que sobreviven del turismo, excelente trabajo!
ResponderEliminarMe encanta tu trabajo amiga, estás personas toda su vida dedicada a las artesanías, son personas de admirar.
ResponderEliminarBuen trabajo y muy interesante. Debemos valorar un poco más el trabajo de estas personas.
ResponderEliminarPD: Te ves hermosa en esa foto. Jajajajajaja
Triste que personas como Sandro que tratan de buscar un medio honrado para sostener a su familia tengan tantas dificultades, el gobierno debería crear mas zonas para el comercio donde personas como el puedan tener sus negocios sin ningún tipo de problemas con las autoridades, Buen tema y excelente redacción Susana.
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