martes, 29 de octubre de 2013

La casa del diablo: Historia de un emblema fantasmal




 Perros negros, llantos de bebés y hasta sacrificios, son parte de la fantasmagórica historia que encierra una de las construcciones coloniales más emblemáticas de ciénaga.

Mantenida en el olvido se encuentra una de las edificaciones más emblemáticas de ciénaga, reconocida entre los habitantes del sector como un lugar tenebroso por una escalofriante razón, habita el diablo.
Hace aproximadamente 90 años un hombre proveniente de Pivijay, magdalena, de aspecto delgado, piel oscura y gran altura llamado Manuel Varela,  llegaba al municipio de ciénaga con el fin de asentarse en el lugar y así tomar provecho del auge económico que estaba teniendo la zona a causa de la producción de bananos. Varela, obtuvo éxito casi inmediato en todos los negocios que se propuso, consiguiendo así una popularidad entre los habitantes, que al tratar de explicar los hechos abdujeron el éxito de Varela a un pacto con el diablo.
Su casa principalmente conocida como “La manuelita” de aspecto republicano y toques franceses, comenzó a ser objeto de múltiples historias paranormales llegando al punto de generar terror con sólo pasar por el callejón Bucaramanga, dónde está situada.  Teresa Russo, actual habitante de la casa, recuerda las historias que solía escuchar en su infancia temprana, que iban desde las desapariciones de los empleados de Varela, el hallazgo de un cadáver en el patio de la casa, los relatos del avistamiento del mismo diablo en los interiores del lugar y hasta le adjudican la masacre de las bananeras.
Actualmente casi inhóspita se encuentra la casa que perteneció a Varela. Matas, hojas, basura, escombros y constantes olores desagradables son desprendidos de lo que queda de la magnífica construcción que por su tiempo y legado se ha convertido en Patrimonio Histórico de la Nación.
Russo, se  llena de dolor y nostalgia mezcladas al observar la deplorable situación de la casa que desde hace 10 años para acá han prometido arreglar y aún no se tiene respuesta alguna.
Adolfo Herrera, actual “bicitaxista” del pueblo, habla con asombro y temor con respecto a las historias que frecuentemente se cuentan y que toman un auge para ésta época de Halloween. Herrera, con una expresión temblorosa y distante relata la historia que habla acerca de la presencia de un perro negro que todas las noches se posa en la esquina del lugar, también habla de haber escuchado constantemente los llantos de un bebé, incluso de haberlo visto caminando por los alrededores de la casa.
Por otro lado, la señora Edzi Mozo vecina de la casa y amiga del ya fallecido Manuel Varela, habla con jocosidad y sátira acerca de las historias paranormales que cuentan de la casa. “En los 60 años que he vivido acá jamás he visto algo raro, ni siquiera cuando trabajaba para Manuel. Y ahora vieja hemos rumbeado casi todos los diciembres en el frente de la casa y jamás he visto nada raro que no sean los locos que se metían en la casa” Relata, Mozo.

Entre historias paranormales, sucesos históricos y promesas de restauración que aún no llegan, se encuentra la casa que de una manera u otra se ha convertido en baluarte histórico para los habitantes de Ciénaga.




Ricardo Rodriguez
Víctor Castellanos











Costa verde: Centro recreacional olvidado por los cienagueros


Llegar a un lugar desconocido siempre es emocionante, son las tres de la tarde, hemos llegado al municipio del realismo mágico ciénaga (magdalena) tierra de historia que son la base de lo que es hoy nuestra cultura.
Nos dirigimos a la playa, camino que no está en buen estado, calles sucias agua estancada y algunos tramos sin pavimentación, pero sin importar eso solo íbamos con el objetivo de llegar a refrescarnos y a conocer el espléndido lugar, que por muchos es un rincón donde la naturaleza y el hombre juegan un papel muy importante. Costa verde(costa mosquito): centro vacacional que ofrece cabañas, piscinas, parques infantiles, centro de eventos y una hermosa vista donde el agua dulce del rio córdobadesemboca en el mar caribe.
Pues esa era nuestra percepción hasta cuando llegamos, Las cosas son de otra forma. La realidad empezando por la fachada, el nombre de Costa verde está un poco borroso y la pared deteriorada, los vidrios rotos, la reja que cubre el centro en algunas partes esta violada, y una inmensa oleada de plaga (mosquitos).
Pero la gran pregunta es: ¿porque esto lo han descuidado, a la merced, de la lluvia, el sol, los mosquitos y vándalos? Como aseguro nuestra fuente Fredy Martínez celador del centro vacacional.
Este centro está construido hace varios años atrás por la alcaldía municipal de ciénaga quienes hasta hace cierto tiempo lo tuvieron funcionando. Comcaja (caja de compensación familiar de la costa) lo tomo en alquiler por un largo tiempo sacándole buen provecho al lugar. Aun por causas desconocidas, no se sabe por qué Comcaja dejo de ofrecer sus servicios a los cienagüeros y demás personas que lo visitaban.

Por otra parte el Ejército Nacional había tomado a Costa verde como campamento tras su abandono, la comunidad en general empezó a comentar que un sitio turístico tan rico en fauna y flora para ciénaga se perdiera de esa manera. Pese a todo esto la alcaldía municipal decidió poner en venta la propiedad y es hoy donde una familia proveniente del interior del país, decidieron comprar dicho predio y darle el manejo que semerece, y como lo dejo expresado Fredy Martínez (Celador del centro vacacional) “esto será un proyecto futuro, y saldrá adelante porque mis patrones quieren ver esto bonito y para que los cienagüeros puedan venir a disfrutar de su riqueza”

Por:


Jelka Montaño
Sofía Arzuza








El Templete: Símbolo de amor entre los cienagueros




Una tarde nublosa en medio de tantos llantos y gritos de la comunidad ciénaguera, nos encontrábamos en buscas de personas que se dedicaran a hablarnos del principal centro histórico de este municipio, El templete. Mientras nos dirigíamos a esta localidad, pensábamos en escuchar un comentario contundente. A la llegada, de esta zona nos tropezamos con habitantes de la comunidad de ciénaga a quienes les pedimos colaboración en contarnos la historia del Templete.
El templete ha sido el símbolo de los “Cienagueros” o sea, amor a ciénaga y contribución a su progreso, se encuentra en el centro de la plaza o parque centenario. Hermosa, blanca y vistosa construcción de estilo ecléctico. Diseñado por el arquitecto francés Eduardo Carpentier (cubano).  Los planos de la obra los trajo a ciénaga don Manuel Julián de Mier, es de forma circular o corona sostenida por ocho columnas. Su aspecto general se inspiró en los templos romanos como acontecimiento en el templete Versalles. El templete se usaba como tribuna en las manifestaciones comunitarias, retretas y otras actividades públicas. Según lo dicho de la comunidad cienaguera expresan que el número de columnas del templete es igual a la misma cantidad de vías y camellones que confluyen a él, en el Parque Centenario. 
En medio de establecer una conversación con el habitante Carlos Alberto Mendoza  nos comenta que para muchos cienagueros el templete no tiene ninguna identificación para la sociedad. Motivo por  la construcción de esta radiante obra es una identificación de la familia que fueron mandantes de esta cimentación. Mientras ellos viajaban  por diferentes países capturaron planos de distintos sitios, y se decidieron a tomar copia para la comunidad cienaguera. Actualmente no se sabe, ni tampoco se ha manifestado la identificación que le ha dado don Manuel y familia.
Se dice por diferentes habitantes de la comunidad cienaguera que debajo de esta construcción se encuentra un volcán, pero muchas personas han manifestado, que a quien se le puede ocurrir construir un templete encima de un volcán.

Por:


Natalia Ropaín
Thalía Córdoba








Contextualizando a una Ciénaga colonial


El espacio en el que actualmente se sitúa el municipio de Ciénaga estuvo habitado por culturas aborígenes previas al período de colonización, debido a sus profusas riquezas naturales. “El viejo pueblo de Ciénaga habitado de atracción de los indios Chimilas y más tarde los bravos Tayronas”, mantiene Ismael Correa Díaz Granados en sus Anotaciones para una Historia de Ciénaga. Lo anterior, corroborado por funcionarios de la Corona y cronistas españoles que notaron la gran extensión de viviendas indígenas, responde al porqué de “Aldea Grande”, nominación que éstos testigos ocasionales le confirieron. Así pues, lo que sucedió fue una colonización española no una fundación, supuestamente liderada por Rodrigo Álvarez Palomino, quien en 1526 se toma Aldea Grande, permitiendo así al fraile Tomás Ortiz la catequización de la población indígena, porque a su juicio “Los hombres de tierra firme de indias comen carne humana… son bestiales en los vicios, ninguna obediencia y cortesía tienen mozos a viejos, hijos a padres, no son capaces de doctrina, ni castigo, son traidores, crueles y vengativos, nunca perdonan”.
A lo que Gustavo Rafael Polo Rodríguez, profesor de filosofía del Instituto Educativo San Juan del Córdoba, diría: “los registros históricos dejan claro que Fray Tomás Ortiz, primero no se propuso catequizar a los indios de la Ciénaga (Pueblo Viejo), y, segundo mintió sobre la empresa evangelizadora hacia el Pueblo Grande, su pretendido destino”.
Lo cual no rayaría en lo descabellado puesto que un informe del 20 de mayo de 1529 dilucida lo siguiente: “De ocho leguas de esta ciudad está una poblazón muy grande en un valle entre unas  serranías en que puede haber cuatro o cinco mil bohíos; el Protector Fray Tomás Ortiz, se parte para allá, para ver si los puede hacer de paz y que estén en la obediencia de Vuestra majestad, y cuando no quisieren, hacerles guerra; porque otra vez fue allí Palomino y le acometieron de guerra y él, por hallarse con poca gente, disimuló con ellos y quedóse así hasta ahora”. Esclareciendo así que Palomino no pudo haber pisado Aldea Grande, debido a la ferocidad de los nativos que se lo imposibilitaron.
Fuera de este contraste y las innumerables discusiones libradas por historiadores y expertos, son muy ciertas las consideraciones relativas al traslado de Ciénaga, ubicada antaño en Pueblo Viejo y sucatequización, prueba contundente se erige entre “el parque de las ranas” y “la plaza del centenario”, blanquísima y con una cruz doblada que hace las veces de cumbre: “La iglesia San Juan Bautista”, primeramente construida en 1585 por el fraile Luis de Zapata en la antigua Ciénaga y actual Pueblo Viejo y transportada a Ciénaga en 1768.


             Por: 


Fernando Velásquez


Gheraldine Peñaranda










El ojo que todo lo ve, la casa de la logia

Poco antes de llegar a lo que sería nuestro ansioso encuentro con la casa de la logia, llegamos a Ciénaga alrededor de la una de la tarde, con el sol iluminando las antiguas calles. Nuestros ojos se encontraban frente a una casa de dos pisos, color mostaza, terrazas blancas y un piso ajedrezado que mostraba las siglas “A.L.G.D.G.A.D.U”  y bajo estas “S.F.U”.
La casa se encuentra rodeada por una reja negra donde yaceuna gruesa cadena y un candado, y aún con la pretensión de querer entrar a la morada nos fue imposible divisar mas haya de las paredes.
Todavía con la incógnita de saber la acepción de las abreviaturas, divisamos algo todavía  más  enigmático: “el ojo que todo lo ve”. Este ojo es el misterio y el terror de los habitantes del sector, los cuales aseguran que se mueve y parpadea, se especula que en la casa realizan desde cultos satánicos, pasando por pactos con el diablo hasta reuniones de hombres de mucho dinero, pero eso si, hay algo que si es seguro, y es que en la casa de la logia  solo ingresan hombres, ni mujeres, ni niños, solo hombres.
Después de hablar un poco con la población del sector nos encontrábamos aún ignorantes frente a la realidad de esta casa y al igual que los transeúntes no sabíamos más de lo que veíamos. Llegamos donde la odontóloga Isabella Zabaleta conocida en el sector por ser hija del señor  Antolí Zabaleta presunto perteneciente a la logia masónica. Zabaleta, no nos otorgo mucha información con respecto a la casa, los masones, o su padre, sin embargo, nos dio el numero y la dirección del mismo.
En una casa antigua, con ventanales amplios y vista desde el portón hasta los dormitorios, el señor Zabaleta se negaba a despertar de su siesta para atendernos aún con la insistente persistencia de su hermana Sidora la cual golpeaba a su puerta con empeño; después de un largo rato de espera, sale de la habitación un hombre fornido, calvo, ojeroso y en pijama y sin embargo expedía de el un aire de superioridad que imponía respeto. Después de estrechar nuestra mano con fuerza, el señor Zabaleta se dispuso a aclararnos la verdad de la logia a la cual pertenece desde la década de los setenta. “nosotros somos una sociedad no secreta, porque la gente siempre dice que es secreta, no tenemos nada que ver con religión, ni con política, para ser masón usted debe ser un hombre libre y de buenas costumbres” fue lo primero que aclaro Zabaleta, siguió con explicarnos sobre “las logias de adopción”  es decir las logias a las que pertenecen mujeres, y minutos mas tarde nos esclareció lo esperado: el significado de las siglas “A.L.G.D.G.A.D.U”; Para ser perteneciente a la masonería, es necesario creer en  Dios como principio creador. Las letras, son los acrónimos de: “a la gloria del gran arquitecto del universo” y “S.F.U” representa “salud, fuerza y unión”

La casa de la logia esta construida en Ciénaga hace 120 años, mas sin embargo, no es claro hace cuanto los masones están en la costa caribe de nuestro país,“con la masonería uno se pierde en el tiempo” añade Zabaleta, pero asegura que antes de cristo ya ellos existían.  ¿Qué tan cierto es que el ojo que se encuentra en la parte superior de la casa se mueve? Moverse, no lo hace, pero si se ilumina cuando los masones están reunidos, lo cual hacen una vez semanalmente sin falta.

Aún después de hablar con Zabaleta, no está totalmente claro que es en si la masonería o que ocurre en esta casa, sin embargo lo aclarado no es totalmente verídico ya que mas de uno asegura que el ojo que todo lo ve esta en constante movimiento, ¿mito o realidad?, será una incógnita.  


Por:

Maria José Estrada


Caterines García



San Juan Del Córdoba: Un colegio entre mitos y leyendas




Muros amarillos, enrejado blanco y, sobre pequeñas columnas, tejado rojo, son los elementos que conforman la entrada dela Institución educativa San Juan del Córdoba, ubicada en la Calle 16 con carrera 21 en el municipio de Ciénaga, Magdalena, a las orillas del Mar Caribe.
Al ingresar al colegio puede apreciarse una majestuosa construcción que los años han deteriorado poco a poco a causa del escaso sentido de pertenencia por parte de los estudiantes, que escriben mensajes con extravagantes letras en las paredes, y la desidia de algunos atajos del colegio con agua empozada producto de las lluvias; pero que pese a ello aún conserva la extraordinaria belleza de sus días gloriosos. Además, cuenta con zonas verdes y espacios abiertos, donde habitan gran variedad de perros, un coliseo y una capilla espléndidos, unasaulas climatizadas muy cómodas y un kiosco en donde practican tarde a tarde la danza del caimán, insignia de Ciénaga.
Entre los pasillos de la escuela se escucha la leyenda de su creación, que es narrada por los estudiantes como algo verídico y que han presenciado durante su estancia en la institución, como cuenta el docente e historiador Gustavo Polo: un hombre de ascendencia indígena procedente de Sabanalarga, Atlántico, llamado Manuel Varela Machado arribó al pueblo en 1908 cuando este era punto clave y estratégico para la producción y el comercio de banano. Varela sorpresivamente pasó de ser un humilde campesino a un poderoso terrateniente; y los habitantes de la antigua Ciénaga, al no encontrarle una explicación coherente a las riquezas que el atlanticense había adquirido en tan corto tiempo y a la fugaz construcción de su vivienda inspirada en diseños de la colonia española, empezaron a relacionarlo con pactos con el maligno debido a situaciones casi míticas que giraban en torno a su vida y a sus tierras, como por ejemplo las inexplicables muertes de sus trabajadorescuyasalmas le entregaba para aumentar sus ingresos, según se decía popularmente.
Con el transcurrir de los años los rumores sobre el misterioso origen de las riquezas del forastero crecían notablemente así como su capital y sus magnas propiedades. Don Manuel Varela en gesto de agradecimiento a la tierra que lo adoptó y vio prosperar, donó varios terrenos, en donde se construyó el Instituto San Juan del Córdoba y desde su edificación, de manera constante, cada año un estudiante muere en extrañas condiciones; se presume que Varela deseaba que su colegio fuera el mejor de todos y que por ello le concedía la vida de un estudiante de último grado al mismísimo Lucifer.
Lo que aterra a los educandos es que esto, de hecho, sí ocurre casi todos los años; un estudiante muere repentinamente, y aunque algunas veces no es de grado 11, el temor mana en los cienagueros creyendo como verdadero, y vigente, el acuerdo del dueño de la Casa del Diablo. Así lo afirman los alumnos de la escuela:
‘‘No es un mito, es una realidad, ya ha pasado varias veces y no precisamente muere un estudiante, también profesores’’ Señaló Yoleidis Moya Dunan, estudiante de grado 11.
‘‘El año antepasado murió un coordinadora, y el anterior dos profesores y una estudiante. También hay una niña de este año que está muy enferma’’Recalcó Luis Alfredo Rojas, excandidato a la personería.
Con tradición histórica, la institución educativa viene en continuo funcionamiento desde hace casi un siglo. Documentos compilados por la universidad del norte datan que el primer gobernador cienaguero que tuvo el Magdalena, Don Rafael Campo, anhelaba fervorosamente que sus coterráneos contaran con un centro educativo de la trayectoria de liceo Celedón de Santa Marta en esa época.Esta aspiración se hizo material gracias a la redacción del Dr. José Socarrás con la ordenanza N° 15 de abril de 1932.
El colegio se organiza oficialmente con el decreto 81 del 13 de diciembre de 1933 y se le asignan facultades como el consejo directivo y otros aspectos importantes con miras al desarrollo y progreso de la escuela.Datos históricos encontrados en una de las aulas del colegio más antiguo de ciénaga dan evidencia que el primer rector fue el diplomático y amante de las letras, Don Gregorio Castañeda Aragón más conocido como el “poeta del mar” en el año 1934, e inicialmente las clases fueron impartidas en la vieja casona del callejón Bucaramanga que actualmente se encuentra en la calle novena con carrera 13.
El licenciado Bienvenido Rodríguez asume la rectoría en el año 1935 “El señor Rodríguez tuvo dos hijas que aspiraban ingresar al colegio femenino la presentación, pero infortunadamente no obtuvieron el cupo. A partir de esto creó la sección de comercio en el San Juan del Córdoba que tiempo después se convirtió en el colegio Virginia Gómez. De cierta forma nuestra institución ‘pario’ al Virginia” Asegura Polo. Posteriormente el licenciado Campo Elías Ortega dirige la institución y tiempo después con el apoyo del parlamentario Pedro Castro el colegio recibe el nombre de Instituto Nacional San Juan del Córdoba (ISACOR).
En el plantel reposan intactos los libros de consejo directivo, reuniones, vigilancia entre otros en donde se aprecia la firma del poeta del mar “Con estos libros era más fácil tener la evidencia y los registros, hoy en día las tecnologías no son confiables y a veces falla el sistema” dice el profesor Polo entre risas.
El Instituto San Juan del Córdoba vivió momentos estudiantiles en la década de los 60´s, donde las huelgas y los masivos despidos de rectores provocados por el alumnado eran el pan de cada día y la capacidad crítica de los estudiantes estaba influenciada por ideologíasinclinadas hacia el socialismo y la equidad.

A partir del 2003 la ISACOR se certificó y hoy en día es un colegio oficial encaminado hacia una visión y valores que les permita a los estudiantes mejorar como personas a nivel individual y funcionar en comunidad. Siendo también el colegio másantiguo de ciénaga merece un reconocimiento por su tradición histórica y cultural, esperando posicionarse como una de las instituciones educativas más importantes del magdalena y del país.


Por:




Margarita Name
Liseth Castillo


















lunes, 28 de octubre de 2013

IGLESIA SAN JUAN BAUTISTA: UN RECORRIDO POR EL PASADO





Lugar lleno de historias, alegrías y  recuerdos que hacen de la iglesia San Juan un tesoro histórico.

En los límites de la plaza, al lado del palacio de justicia, se sitúa la iglesia San Juan Bautista la cual es patrimonio arquitectónico e histórico a causa de que en la época en que fue construida estaban en apogeo las formas del Art Noveau, Modern Style y Liberty, que recogían las ideas filosóficas de libertad alumbrando al nuevo siglo con estas corrientes que llegaron e influenciaron en gran medida a la ciudad, gracias a los viajes de la gente pudiente de Ciénaga. Esta majestuosa iglesia sobrevivió  a todos los golpes e historia violenta que sufrió el municipio.
En este lugar lleno historias, alegrías, tristezas, recuerdos y tal vez algún milagro, se siente el ambiente típico de un pueblo. Al entrar por las gigantescas puertas adornadas con grandes columnas al estilo griego que nos hacen recordar, con su capitel, los peinados de las damas elegantes de la antigua Grecia, se nota que se conserva todavía ese fervor y religiosidad por parte de los feligreses cienagueros, quienes conservan costumbres típicas de la época de los abuelos, la gente va muy bien vestida sin mostrar más piel de la necesaria o permitida, y algunas  mujeres aun usan  los velos de encaje cubriéndose el rostro.
Tal como cuenta la gente, la iglesia en sus inicios estuvo ubicada en lo que es hoy  Pueblo Viejo, cuando el mar arremetió al pueblo, obligó a que este se trasladara al pueblo de Ciénaga. La iglesia fue plasmada en acuarelas por el pintor Edward Mark, y tomando en cuenta estas  pinturas al compararlas con el tiempo actual se pueden apreciar los cambios que ha tenido durante el tiempo y que lo único que se ha conservado desde su construcción es la torre, ya que no se ha deteriorado.
La casa cural es la parte más antigua de la edificación y lleva plasmado en ella en estilo arquitectónico con el sistema clásico constructivo colonial: vigas de madera, correas y ladrillo apoyándose sobre ellas. En 1920 ocurrió la primera remodelación, la antecapilla doctrinera que existía y que se cerraba con una reja de madera es derrumbada. Entonces en este momento Los Agustinos Recoletos se hicieron cargo de la parroquia, ya que hasta entonces había estado a cargo de un solo sacerdote. Gracias a ellos se hicieron las últimas mejoras y remodelaciones.
Según exploraciones arqueológicas eta capilla medía más de 4.5 metros de fondo por todo el ancho de la iglesia, ocupaba lo que es hoy el atrio y el escueto muro que formaba el acceso al templo que se antepone a la fachada principal que existe hoy.
En la iglesia San Juan Bautista  es donde se realizan la mayoría de celebraciones religiosas del  pueblo, aquí se reúne la gente a orar y cumplir con sus deberes como católicos.
Padre Juan Nicolás Restrepo Pereañez, párroco de la iglesia, asegura que su parroquia es a donde más número de personas asisten, por su historia, por su arquitectura, por donde está situada y su ventilación lo cual hacen de la San Juan un lugar acogedor.
“La iglesia es la más antigua del pueblo y además es de fácil acceso, es por eso que  muchas personas asisten aquí, pero donde sea que asistan la bendición es la misma” explico el presbítero.

Las personas del pueblo consienten lo dicho anteriormente por el párroco, el cual además es nuevo en la parroquia y ha tenido muy buena aceptación entre los feligreses. 


Por:

Andrea Collantes
Anny Vega Zuleta



                                                           


                   

                                     +






El Palacio Azul: Reliquia cultural del municipio de Ciénaga


Al cabo de veinticinco minutos de viaje desde Santa Marta hasta Ciénaga, enfocamos nuestra atención en la búsqueda del  famoso Palacio Azul, ese que atrae a cada turista al pasar y lo incita a admirar tan hermosa arquitectura, la que como su nombre lo indica, lo hace parecer un palacio.
De su historia conocemos que se construyó entre 1924 y 1925,pero no se tiene conocimiento sobre quién es el autor original del diseño como tampoco de la construcción, puesto que infortunadamente los planos originales - suponen - se extraviaron.
En  esta obra participaron varios maestros de la albañilería local. Vale la pena decir que su estilo está inspirado en la arquitectura italiana, y sus legítimos propietarios son la familia Henríquez.
Inicialmente sus techos estaban pintados al guache (técnica pictórica consistente en aplicar el color diluido en goma y mezclado con un medio resinoso), por el reconocido pintor mexicano: Avilés.
Fue inaugurado en 1926, con un baile de coronación de la reina del carnaval, por el Club Córdoba de Ciénaga, a quien se le fue alquilado este edificio.
Debido a la crisis económica que surgió en aquellas épocas en Ciénaga, el Club se vio obligado a cerrar, razón por la cual sus dueños: Adolfo Henríquez Díaz Granados y su esposa, Emelina Ruíz de Henríquez, decidieron habitarlo.
Investigar acerca del porqué del color de este palacio, nos llevó a enterarnos de una curiosa anécdota: El color original de éste era blanco, pero resulta que el dueño era un hombre temperamental que apoyaba el Partido Liberal, quién apostó que si su adorado Partido perdía las elecciones, su casa sería pintada de color azul y se convertiría en seguidor del Partido Conservador. Apuesta que para su desgracia se vio en la penosa posición de cumplir,  por motivo de que el Partido Liberal perdió las elecciones.
Al llegar a este lugar el desconcierto se hizo partícipe de la situación, pues el tan famoso Palacio Azul de Ciénaga al que pretendíamos como un museo, en la actualidad no resulta ser más que una casa común y corriente habitada por una familia ajena a la de los Henríquez, y la intriga se hizo cada vez mayor al descubrir que fue dividida en cuatro partes.

¿Pero por qué fue dividida en cuatro partes?
“La casa fue dividida en cuatro partes, tras el fallecimiento del señor Adolfo y su esposa Emelina, fue heredada por sus cuatro hijos, quienes por problemas personales que jamás contaron, decidieron dividir la casa en cuatro partes iguales, incluso en la parte de arriba aún vive una de las hijas del señor Adolfo, llamada Cecilia y a quien conocen más como ´Chechi´” contestó Diego Marichal, quién hace dos años vive alquilado en una parte de la casa ubicada en el primer piso.
Otra parte de la casa fue adquirida por el profesor Gustavo Gordillo, ingeniero agrónomo, quien actualmente tiene 66 años de edad. Gordillo vive plenamente orgulloso de habitar tan apreciado lugar, es un constante investigador tanto de la casa como de la arquitectura y tal hecho lo han llevado a conocer minuciosamente la historia de este palacio y es quien habla con mayor propiedad del mismo.
“Él se sabe la historia completita de la casa, los periodistas cuando llegan acá siempre al que buscan es a él para que les cuente”  enunció su esposa.
No es un secreto para nadie que la arquitectura se ha mantenido intacta tras ochenta y ocho años de antigüedad debido a la presión permanente de la Alcaldía del municipio, quienes desaprueban rotundamente cualquier probabilidad de modificarla en la parte externa por ser considerado patrimonio cultural.

Se estima que el palacio permanecerá de la misma manera como se ha conservado todos estos años y del mismo modo, seguirá siendo contemplado por todos los visitantes y las personas que viven en Ciénaga.


Por:


Laura Gómez

Caroline Bernier 








Ciénaga Libre: Así se expresan los trabajadores cercanos a la Estación de Ciénaga


La lucha de trabajadores cienagueros que expresan su emoción al recordar LA MASACRE DE LAS BANANERAS.

En el centro de Ciénaga municipio del Magdalena se encuentra la Antigua Estación Férrea y a sus alrededores trabajadores humildes, luchadores del día a día, pero hay uno en especial y es el señor Humberto Díaz “El Cartagenero’’ zapatero que realiza su labor en el sector de la estación.
En la conversación con Humberto el cuenta todo lo que ese sitio vivió años antes cuando a su ‘’pueblo querido’’ como lo llama, llega un episodio que quedo en la historia de ciénaga y en la mente de muchos habitantes. LA MASACRE DE LAS BANANERAS.
‘’En ese momento de mi vida jamás había sentido tanto miedo al ver cómo nos revelábamos todos los trabajadores que éramos explotados día a día’’ exclamo Díaz. Para el municipio la masacre fue el recuerdo de un renacer de los miles de empleados que se sentían estafados.
El cartagenero entre risas expreso que ‘’su carácter se forjo cuando el vio a una persona con un machete en la mano que iba directo a enfrentar a las Fuerzas Armadas que llegaron a desalojar a los empleados manifestantes’’.
Para Humberto Díaz hombre luchador de esa batalla, ’’Es un orgullo’’ trabajar en el mismo lugar donde se dio la manifestación y en donde está el monumento que enmarca aquella historia que el cielo de Ciénaga presencio y el suelo sintió la lucha de su gente.


El cartagenero es uno de los pocos que conocen esta historia y la cuenta con tanto sentimiento porque el como dice su frase célebre ‘’Vivió para contarlo’’


Por:


Carlos Mario Álvarez
Cristian Hincapié












    

Termales del córdoba: El pozo de la eterna juventud



Tras veinte minutos de caminata por una mágica trocha y bajo el calor inclemente de ciénaga magdalena se encuentra un remanso de paz y relajación, donde muchas personas acuden a disfrutar de esas aguas que por tradición son medicinales, las cuales brindan a sus visitantes una sensación de bienestar, por otro lado acuden al lugar para recibir masajes faciales con lodo extraído de las profundidades del pozo de la eterna juventud, los cuales son aplicados sobre camillas echas rudimentariamente con palitos de madera rustica, cortados de los alrededores del bosque que a están rodean  las que reciben el nombre de trojas esto para no dejar nada librado al azar, un verdadero spa natural.

Estas mágicas aguas son utilizadas por personas que poseen quebrantos de salud,  enfermedades de circulación, y enfermedades degenerativas como artritis y reumatismo causando en ellas un alivio provisional para sus males, debido al alto contenido de minerales que este recibe de parte de la madre naturaleza, la tranquilidad y la paz propias de este lugar solo pueden ser proporcionadas por la magia que a este rodea, un silencio sepulcral que te envuelve en su asombrosa atmosfera como preparación para la inmersión en este fantástico sitio. 
El nombre del poso de la eterna juventud lo recibe dado a un mito popular el cual dice que en sus inicios existía un cura de apellido rebollo y este decía que todos los habitantes de ciénaga con este apellido eran hijos de él lo que le dio reconocimiento por ser un cura que íntimamente gozaba de muchas mujeres y su estado natural siempre era rozagante y juvenil lo que el atribuía a los constantes baños termales en este lugar lo que le dio este fantástico nombre.                                            

Estas aguas termales fueron abiertas al público alrededor de los años 70, el señor Nicolás lleva 35 años atendiendo a los visitantes, dijo “es muy impresionante la cantidad de personas que vienes de otros países”.
Una de las visitantes más frecuentes de estas aguas termales es la señora Hilda Acosta de nacionalidad española comento “soy cineasta y antes de empezar un proyecto trato de venir para despejar un poco la mente”.
Por:









          Omar Abello                                                                                                                                    Misael Polo

lunes, 21 de octubre de 2013

Detrás de Manuel Rentería, una historia por contar

Bajo la noche oscura entre las  miles de bombillas del barco marco polo, los gritos ahogados de los niños alegres los cuales muchos de ellos están forjando una de las experiencias más emocionantes de su vida, se divisa un hombre, del cual solo se resalta su camisa color salmón y una sonrisa brillante que le ilumina el rostro. Dicha sonrisa es el arma de “el zorro”.

“Manuel Rentería, aquí tengo mi nombre en la camisa”-Me dijo el zorro al preguntarle por su nombre después que me pidió que me apartara para no ensuciar mi camisa blanca. Y desde ahí al resaltar que tenía nombre de bendecido y apellido de deportista surgió la historia de un hombre cálido, amoroso, y trabajador, que desde temprana edad, dedico su vida a este oficio, el cual considera agradable.
Su vida como el zorro inicio con la intención de mantener a su familia, y conservar un trabajo estable. Y pese a la inestabilidad que conlleva trabajar como un nómada, la ciudad de hierro se convirtió en su nuevo estilo de vida, adecuándose a él y brindándole una vida irregularmente “estable”, hasta llegar al punto de llevar 25 años regalando sonrisas.
En una de las tantas travesías que se viven trabajando con un parque de diversiones, la mayor travesía de Rentería fue conocer a Diana Gonzales a la edad de 16 años. Para ese tiempo solo era la joven que vendía las manzanas con caramelo, pero tiempo después surgió su idilio de amor, durante una de las tantas veces que  compro una manzana con el fin de entablar una conversación.
Después de 25 años de ir y venir, es claro que Rentería no goza de una vida constante, más sin embargo, él y su familia la cual radica en barranquilla buscan la manera de estar juntos, ya sea que ellos viajen con él cada uno, dos meses o los días que le den vacaciones.

Aún con el hecho que su familia está lejos, el zorro se esfuerza cada día para entregar lo mejor de sí. La distancia que los separa no impide una cercanía permanente, no es óbice para el no  tener la responsabilidad y el sentido de pertenencia con todo lo que corresponde mantener a su familia. Siempre brindando una sonrisa, aunque de lejos ellos no puedan mirar su sonrisa, pero lo anima y  le da la satisfacción del deber cumplido. Ya que como él dice: “me considero una persona alegre, entusiasta, humilde y muy trabajador”, y después de tanto tiempo de trabajo el señor Rentería está a la expectativa de su pensión, pero esta se divisa muy lejana ya que el gobierno le alarga los plazos, mas sin embargo el no pierde el optimismo ni mucho menos el carisma que se requiere para trabajar en un mundo como el de la ciudad de hierro. 


Por:

Thalía Córdoba
María José Estrada








        
   
   
                                                                                             
Caterines García