martes, 29 de octubre de 2013

La casa del diablo: Historia de un emblema fantasmal




 Perros negros, llantos de bebés y hasta sacrificios, son parte de la fantasmagórica historia que encierra una de las construcciones coloniales más emblemáticas de ciénaga.

Mantenida en el olvido se encuentra una de las edificaciones más emblemáticas de ciénaga, reconocida entre los habitantes del sector como un lugar tenebroso por una escalofriante razón, habita el diablo.
Hace aproximadamente 90 años un hombre proveniente de Pivijay, magdalena, de aspecto delgado, piel oscura y gran altura llamado Manuel Varela,  llegaba al municipio de ciénaga con el fin de asentarse en el lugar y así tomar provecho del auge económico que estaba teniendo la zona a causa de la producción de bananos. Varela, obtuvo éxito casi inmediato en todos los negocios que se propuso, consiguiendo así una popularidad entre los habitantes, que al tratar de explicar los hechos abdujeron el éxito de Varela a un pacto con el diablo.
Su casa principalmente conocida como “La manuelita” de aspecto republicano y toques franceses, comenzó a ser objeto de múltiples historias paranormales llegando al punto de generar terror con sólo pasar por el callejón Bucaramanga, dónde está situada.  Teresa Russo, actual habitante de la casa, recuerda las historias que solía escuchar en su infancia temprana, que iban desde las desapariciones de los empleados de Varela, el hallazgo de un cadáver en el patio de la casa, los relatos del avistamiento del mismo diablo en los interiores del lugar y hasta le adjudican la masacre de las bananeras.
Actualmente casi inhóspita se encuentra la casa que perteneció a Varela. Matas, hojas, basura, escombros y constantes olores desagradables son desprendidos de lo que queda de la magnífica construcción que por su tiempo y legado se ha convertido en Patrimonio Histórico de la Nación.
Russo, se  llena de dolor y nostalgia mezcladas al observar la deplorable situación de la casa que desde hace 10 años para acá han prometido arreglar y aún no se tiene respuesta alguna.
Adolfo Herrera, actual “bicitaxista” del pueblo, habla con asombro y temor con respecto a las historias que frecuentemente se cuentan y que toman un auge para ésta época de Halloween. Herrera, con una expresión temblorosa y distante relata la historia que habla acerca de la presencia de un perro negro que todas las noches se posa en la esquina del lugar, también habla de haber escuchado constantemente los llantos de un bebé, incluso de haberlo visto caminando por los alrededores de la casa.
Por otro lado, la señora Edzi Mozo vecina de la casa y amiga del ya fallecido Manuel Varela, habla con jocosidad y sátira acerca de las historias paranormales que cuentan de la casa. “En los 60 años que he vivido acá jamás he visto algo raro, ni siquiera cuando trabajaba para Manuel. Y ahora vieja hemos rumbeado casi todos los diciembres en el frente de la casa y jamás he visto nada raro que no sean los locos que se metían en la casa” Relata, Mozo.

Entre historias paranormales, sucesos históricos y promesas de restauración que aún no llegan, se encuentra la casa que de una manera u otra se ha convertido en baluarte histórico para los habitantes de Ciénaga.




Ricardo Rodriguez
Víctor Castellanos











3 comentarios :