lunes, 21 de octubre de 2013

Cucaleca: El pescador más viejo de La Bahía de Santa Marta




Nuestra fuente nos esperaba en la Bahía de Santa Marta, siendo las cinco de la tarde, con el sol opaco y el cielo nublado, en la Zona de los Pescadores. Un hombre de estatura media, piel morena, robusto, y una mirada alegre, Su nombre es José Rosado, compañero de trabajo, colega y amigo de Cucaleca, el pescador más viejo de La Bahía -en la actualidad-.
José, nos contó acerca de la disponibilidad permanente de Cucaleca para con ellos,  su relación, y quien era Cucaleca en La Bahía.
El es buen compañero, siempre está como alegre, bien, chévere” destacó José.
Acercarse a hablar con sus compañeros de trabajo, sus colegas, sus amigos, es abrir una puerta a un mundo gigante de historias. Con tono calmado, sus amigos señalan a cuca como un gran compañero y el más viejo de la zona, el qué más sabe, al que siempre le preguntan.
Resulta ser más que un simple pescador, un amigo. Juega muchísimas veces el papel de consejero en medio de los “primíparos de la zona”.
Independiente, capaz, enamorado, trabajador y portador permanente de una sonrisa en su rostro. Él es Dilson Mendoza, quien prefiere no hablar de su edad y a quien  cuarenta y dos años en la pesca le han regalado un par de historias para contar.
Cualquiera pretendería a un pescador como a un hombre de pasos acelerados, actos impulsivos y temperamental, pero Dilson es todo lo contrario, no guarda rencores hacia la vida, permanece con una agradable sonrisa y el relajo que mantiene a flor de piel.
Probablemente, acercarse a la zona de pescadores y preguntar por Dilson no tenga total éxito, pues es más conocido como “Cucaleca”, o “Cuca”,  “Yo digo no alarguen las letras, con cuca basta, dos letras, una Q y una K, a mí cuando me anotan en el celular yo les digo que pongan así” añadió Dilson entre risas cuando hablábamos sobre su apodo.

Pero, ¿Por qué “Cucaleca”? 
Nadie imaginaría que el apodo realmente proviene de una canción: “La Cocaleca” del grupo “Acapulco Tropical”, pero como buen costeño, el nombre fue distorsionado a “Cucaleca”, ya saben, por la cuca, por el chiste:
“Eso fue cuestión de joven, allá en el barrio un señor muy chistoso se puso a echar chistes que una pareja, que estaban bailando, el viejo tenía un morro aquí atrás, -mientras se tocaba su espalda-, una joroba, echaba el cuento de la Cucaleca y que: dale Cucaleca, mira lo que tengo aquí en la paleta, -citaba cantando y bailando-, y eso yo lo cogí por gracia,  lo cantaba todo el tiempo, lo cantaba , me acordaba de él y me echaba a reír, entonces me engancharon Cucaleca” mencionó Dilson.

El corazón de un pescador
Aunque no lo parezca, y a simple vista cause otra impresión, Dilson, o más bien Cucaleca, es un enamorado empedernido de la vida, de su lancha, del amor. Pero sobre todo de las mujeres, “no, es que las mujeres son lo más lindo del mundo, que sería del hombre sin ellas, dichoso Adán que no tuvo suegra” aseveró por experiencia propia, porque como se gozan dichas, se sufren desdichas.
Ha sido de malas en el amor, aunque no tanto como con las suegras, probablemente una que otra suegra lo traumó, y por eso su frase anterior: “Dichoso Adán que no tuvo suegra”  mientras suelta una carcajada, porque para Cuca, todo es una carcajada.
Además, hasta echó un chiste de la ex suegra, insinuó que la suegra debía vivir allá, detrás del morro, “en una casita de madera”, comiendo pescado todo el día, “oye qué vida bacana” advirtió Cucaleca.
Hace diecinueve años “Se enviudó”, aunque a lo que en realidad quería hacer referencia, era a la separación con su ex esposa, la madre de sus cinco hijos, de la que reserva el nombre. Pasado dos  años, se enamoró nuevamente, con esta duró 17 años, pero los problemas, las intolerancias; y bueno, otro par de cosas lo hicieron culminar esa relación. Pero al final, ni tan intolerante, pues Cucaleca a esta la perdonó exactamente cuatro veces, sin querer decir porqué, aparte de ser independiente, trata de ser reservado.
Qué los hijos, qué los celos, que tal” explicó Cuca.
Aunque pretende sentirse más relajado solo que acompañado, “yo me venía para acá, -La Bahía-, y los amigos, la recocha, el trabajo, chévere, en cuanto llegaba a la casa era una tensión fea, una amargura” mencionó Cucaleca.

Cómo nace el pescador
Su trabajo, de manera inusual, no es influencia familiar, el ser pescador es más bien algo empírico, “A mí me dijeron como a todo pelado o estudias o trabajas” expresó; y bueno, el estudio no era para él, tan sólo estudió dos años, primero y segundo de primaria, aunque en el segundo año, los últimos ocho meses fueron más “mamadera de gallo” que cualquier otra cosa. Conserva una cicatriz en su ceja, la cual se la hizo “fregando” allá en El Cundí, se escapaba del colegio y esperaba las doce del mediodía para regresar, pero para su mala suerte, siempre “lo pillaban”, “mi mamá me daba duro, siempre que me pillaba que me volaba” añadió.
Comenzó jalando chinchorro, con algunos siete hombres jalando de cada lado, y la pesca era buena, eso dice. Continuó con un botecito, porque como buen hombre terco e independiente, no permite ser gobernado, detesta las ordenes y aborrece las criticas,  “A mí no me gusta que me manden, mis vainas me gusta hacerlas solo” enfatizó. Por eso con su trabajo ahorró y logró comprarse el botecito, con el que fue progresando, siguientemente, después de un largo rato, compró una lancha, “la cosa ya estaba mejor” dijo Cuca. Pero no duró ni se encariñó mucho tiempo con ella.

“La Aplanadora”, La lanchita
Esa lancha significa mi vida, mi todo, no quiero otra, yo a ella no la cambio” manifestó Cucaleca.
La conserva apenas hace dos años, pero adquirirla no fue fácil, pues la compró con ahorros que venía haciendo desde hace un rato; así mismo adquirió el motor de forma financiada.
Ella tiene un cupo hasta de seis personas, es más, no solo la utiliza para pescar, sino también para pasear a turistas de vez en cuando.
Se llama “La Aplanadora”, porque fue el nombre con el que la compró, así estaba bautizada. Sin embargo, asegura que es toda una aplanadora y no la cambia por nada, incluso nos enseñó a manejarla, “hágale con confianza, que ella es mansita y se deja manejar, dale la vuelta al barco ese negro pa´ ve” decía Cuca con entusiasmo mientras se reía y nos daba la mano para que manejáramos su lanchita, la azul, la aplanadora.
Disfruta pasear en ella, de mañana, de tarde, incluso de noche. Andar en su lancha por el mar le inspira tranquilidad, solo o acompañado, no le da mucho interés a eso, simplemente pasear en su aplanadora y sentir la brisa golpear su rostro es lo mejor para él.
Se refiere a la pesca como una pasión, una distracción, una forma de vida y al mar como otro mundo, otro universo, algo que le inspira cosas lindas, paz, calma.

Un pescador que cuenta historias
Cuarenta y dos años en la pesca sin duda le han regalado algunas historias para contar, experiencias que no olvidaría, enseñanzas que aplica en su vida y que lo convierten en un maestro en la pesca.
Como se viven buenos momentos, también se viven malos, y lo que le pasa a los compañeros de una u otra forma también nos afecta a nosotros, por ejemplo recuerdo una vez que un compañero por inexperto tuvo un incidente con su lancha: a las diez de la noche la lancha se le volteó y tuvo que esperar hasta las ocho de la mañana a que lo rescataran, pues no tuvo como comunicarse con alguien, además, los chalecos estaban en la caja con seguro. Los compañeros se dieron cuenta ya temprano cuando no vieron su lancha, salieron a buscarlo, fue feo, pudieron encontrarlo a las ocho de la mañana. Te imaginas como estaba ese pobre muchacho” mencionó Cucaleca con los ojos llorosos.
Recordar, sonreír, gritar, cantar y pescar son parte de la vida diaria de Cucaleca, o como el preferiría  “QK”. El ser el pescador más viejo de la bahía le otorga muchos privilegios: convertirse en el más conocido, al que siempre le piden consejos, el maestro en la pescadería.

Cucaleca es un ejemplo de una buena persona, un pescador alegre, un amigo incondicional,  un hombre polifacético que no se “vara” fácilmente y  a quien las experiencias de la vida, le han tatuado un par de cicatrices en su cuerpo.


Por:
Caroline Bernier

Laura Gómez
Natalia Ropaín










13 comentarios :

  1. Felicidades, interesante personaje "QK" y muy bien redactado. !Excelente!

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  2. Buen escrito.
    Quizá no debieron empezar con el calificativo de ''Fuente'' puesto que la mayoría del público no conoce el término periodístico. Sin embargo está muy bien.
    Las felicito.

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  3. Es una excelente historia, yo que soy de aca de Santa Marta no sabia de él, pero me gusto haber conocido de su historia y sus divertidas anécdotas. Gracias a las estudiantes por esto, me gusto mucho.

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  4. Super...! excelente trabajo..! les felicito chicas..! ;-) tienen muchísimo potencial..!

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  5. Excelente trabajo, me parece bastante completo al referirse a distintos ámbitos referentes a la vida de tan exorbitante personaje. Felicitaciones!

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Me parece un bonito ejercicio etnográfico, o más bien periodístico, el contar la historia de vida de este personaje importante pero poco reconocido de la ciudad. Sin embargo, también estoy de acuerdo en cambiar la categoría "fuente", es como si en una tesis de antropología -pongo el caso de la disciplina que estudio- comenzáramos hablando de nuestro sujeto o lo que es peor nuestro objeto de estudio. Pero en general, es un excelente trabajo.

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  8. Hubieran hecho más énfasis en las anécdotas de QK de su trabajo como pescador, por el titulo, claro está, pero en general muy bueno el articulo.

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  9. Niñas muy buen trabajo, me gusto mucho, y no conocía una historia, o como veían la vida los pescadores de la Bahía de Santa Marta, excelente trabajo y se le agradece en dar a conoce la vida del pescador "QK"...

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  10. Gran crónica chicas. Personajes como estos pasan desapercibidos en nuestras vidas. Un hombre alegre y sin las preocupaciones del mundo "moderno". Todos deberíamos adaptar su filosofía y cogerla suave :). Tal vez eso es precisamente lo que el mundo necesita.

    Ser pescador también es una profesión, solo que sin la certificación oficial. Gracias por dejarnos conocer a "QK". La próxima vez que lo vea, le pido la fotico para el face jeje.

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  11. excelente... Me divertí mucho al leerla. Es bueno conocer estas historias . No solo debe contarse la vida del político, del militar o de la super estrella
    Felicitaciones

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