Los condenados al olvido y a la indiferencia

Panorama sobre la situación carcelaria en Santa Marta

Por Angie Herrera

Tras las protestas que han protagonizado los reclusos de la cárcel Rodrigo de Bastidas de Santa Marta por las condiciones de insalubridad, falta de atención médica y otros tantos males a causa del hacinamiento en que viven los internos, se ha comprobado que los internos están viviendo en condiciones infrahumanas, carentes de toda clase de recursos.

El dragoneante del Inpec Dairo José Cantillo, cónsul de los derechos humanos, confirmó que evidentemente esta situación es un flagelo nacional que comenzó en nuestro país cuando incrementaron las leyes y penas a los reclusos y no tuvieron en cuenta los cupos de cada cárcel.

Los porcentajes van en aumento considerablemente expresó. Entre hombres y mujeres hay alrededor de 1.350 personas y su capacidad es de 320.

Dijo también hay proyecto con la Gobernación del Magdalena para donar un lote y contruir una nueva cárcel. Se trata de un proyecto de 4 años el cual 2 de ellos ya han pasado, y se espera que para el 2016 se puedan mover los internos a instalaciones más adecuadas.

El recluso Oscar Martínez, condenado por hurto calificado, contó que a veces se ha tenido que dirigir a la enfermería por fuertes dolores de cabeza, o cólicos renales y no hay ni una pastilla para aliviar su dolor.

Y comenta que ve esta crisis sin solución, que cada día es más grave ya que va en aumento la población carcelaria  ''Hay demasiada gente en una sola celda motivo por el cual se propagan rápidamente las enfermedades virales y de trasmisión como dengue, fiebre amarilla o hepatitis. Además de la incomodidad por el sobrecupo, las largas colas para hacer las necesidades básicas resulta un caos total'', contó.

Nos cuenta que para tener un poco de comodidad como una celda con menos gente y una cama donde dormir hay que tener dinero. Allí en la cárcel todo se consigue con dinero, el que no tiene plata tiene que soportar toda clase de marginalidad.

Queda claro que los reclusos de las cárceles en Colombia especialmente en la cárcel Rodrigo de Bastidas, se están dando casos de violación a los derechos humanos, y resulta aún más grave la indiferencia del Estado que es quien actúa como garante en estos casos.

Con esta situación se viola el artículo 12 de la Constitución Política, que que señala que ''en Colombia hay que preservar el derecho a la vida. Nadie será sometido a desaparición forzada a torturas ni a tratos o penas crueles, e inhumanos o degradantes''.

Pero Colombia olvida los derechos fundamentales que se tienen solo por el hecho de ser persona y parece hacer todo lo contrario de lo que este artículo expresa.

Además, parece estar castigando a los presos colombianos con su indiferencia sometiéndolos a toda clase de torturas, de tratos inhumanos y degradantes y a penas crueles. En el país hay personas que están condenadas siendo inocentes, pasando por estas situaciones sin merecerlo, y sin una posible solución a su problema.

Para estas últimas campañas electorales a la Presidencia de la República de Colombia 2014, todos ofrecen proyectos para mejorar las condiciones de vida como: trabajo digno, acabar con la pobreza, mejorar las condiciones de vida en el campo, mejorar el servicio de salud, garantizar la educación gratis y regalar vivienda digna, pero nadie se detiene a observar el grave problema que existe en las cárceles de Colombia, y ningún candidato ofrece planes o proyectos con miras a solucionar esta crisis olvidando así que los presos de las cárceles de Colombia son ciudadanos que aunque han cometido errores; son seres humanos, personas que también tienen derechos y merecen respeto y oportunidades.