El espacio en el que
actualmente se sitúa el municipio de Ciénaga estuvo habitado por culturas
aborígenes previas al período de colonización, debido a sus profusas riquezas
naturales. “El viejo pueblo de Ciénaga habitado de atracción de los indios
Chimilas y más tarde los bravos Tayronas”, mantiene Ismael Correa Díaz Granados
en sus Anotaciones para una Historia de Ciénaga. Lo anterior, corroborado por
funcionarios de la Corona y cronistas españoles que notaron la gran extensión
de viviendas indígenas, responde al porqué de “Aldea Grande”, nominación que
éstos testigos ocasionales le confirieron. Así pues, lo que sucedió fue una colonización
española no una fundación, supuestamente liderada por Rodrigo Álvarez Palomino,
quien en 1526 se toma Aldea Grande, permitiendo así al fraile Tomás Ortiz la
catequización de la población indígena, porque a su juicio “Los hombres de
tierra firme de indias comen carne humana… son bestiales
en los vicios, ninguna obediencia y cortesía tienen mozos a viejos, hijos a
padres, no son capaces de doctrina, ni castigo, son traidores, crueles y
vengativos, nunca perdonan”.
A lo que Gustavo Rafael
Polo Rodríguez, profesor de filosofía del Instituto Educativo San Juan del
Córdoba, diría: “los registros históricos dejan claro que Fray Tomás Ortiz,
primero no se propuso catequizar a los indios de la Ciénaga (Pueblo Viejo), y,
segundo mintió sobre la empresa evangelizadora hacia el Pueblo Grande, su
pretendido destino”.
Lo cual no rayaría en
lo descabellado puesto que un informe del 20 de mayo de 1529 dilucida lo
siguiente: “De ocho leguas de esta ciudad está una poblazón muy
grande en un valle entre unas serranías
en que puede haber cuatro o cinco mil bohíos; el Protector Fray Tomás Ortiz, se
parte para allá, para ver si los puede hacer de paz y que estén en la
obediencia de Vuestra majestad, y cuando no quisieren, hacerles guerra; porque
otra vez fue allí Palomino y le acometieron de guerra y él, por hallarse con
poca gente, disimuló con ellos y quedóse así hasta ahora”. Esclareciendo así que Palomino no pudo haber pisado Aldea
Grande, debido a la ferocidad de los nativos que se lo imposibilitaron.
Fuera de este contraste
y las innumerables discusiones libradas por historiadores y expertos, son muy
ciertas las consideraciones relativas al traslado de Ciénaga, ubicada antaño en
Pueblo Viejo y sucatequización, prueba contundente se erige entre “el parque de
las ranas” y “la plaza del centenario”, blanquísima y con una cruz doblada que
hace las veces de cumbre: “La iglesia San Juan Bautista”, primeramente construida
en 1585 por el fraile Luis de Zapata en la antigua Ciénaga y actual Pueblo
Viejo y transportada a Ciénaga en 1768.
Por:
Fernando Velásquez |
Gheraldine Peñaranda |
Muyy buena me encantó!!!
ResponderEliminarsi analizamos un poco de la historia de las principales ciudades de colombia nos damos cuenta que fueron fundadas, por lo tanto sus raíces son variadas; pero en el caso de cienaga al ser catequizada, nos está diciendo que sus orígenes fueron netamente nativos.
ResponderEliminarMe parece que les faltó algún dato que concluyera el texto. Sin embargo está muy bien, sigan así.
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