Desde hace 30 años convirtio una de las calles de Los Alcazares en su hogar, allí come, duerme y se baña.
Por María Angélica Iguaran Giraldo
A un costado del Hospital Universitario Fernando Troconis en el barrio Los Alcázares de Santa Marta, se encuentra la residencia de Teobulo Ramón Tovar, más conocido como “Chicho”, un samario de 65 años de edad que vive allí desde hace 30.Su casa, al igual que su vida no es muy común, vive al aire libre, entre cajas, papeles, madera y algunos trapos con los que se viste. Duerme en cartones y su único objeto de distracción son las revistas de propagandas que regalan los almacenes.
Muy pocos conocen su historia. “Su padre no tenía dinero para pagar los impuestos de su vivienda, por eso lo echaron, pero Chicho no quería irse y amenazaba con quemar la casa, el Gobierno tuvo que sacarlo a la fuerza”, cuenta Gustavo Santrich, un habitante del barrio Los Alcázares.
Pero el único que realmente conoce la historia es Chicho, quien después de quedar sin nada al ser asaltado cuando trabajaba como vendedor de lotería, decidió buscar un lugar donde vivir.
Viajó de ilegal a Venezuela donde vivían dos hermanas, visitó Coro, Mérida, Punto Fijo y Maracaibo con la esperanza de encontrarlas, pero no lo logró. Después de tanto buscar, volvió a Santa Marta y la carrera 16 con calle 24 fue el lugar que eligió para vivir.
“Aquí vivo bien horrible pero me conformo”, comenta Chicho desde su caja de cartón donde desde hace 30 años se acuesta para observar el ir y venir de los carros.
Al referirse a su manera de realizar sus necesidades básicas, Teobulo asegura que escucha voces de niños en su imaginación, que le dicen lo que debe hacer para llevar al camión de la basura disimuladamente todos sus desechos corporales.
Así mismo, siente que todas las voces que escucha, cuidan de él. “Tengo una niña que me habla en los oídos, una adolescente, yo la dejo, porque ese es un eco que me pone el Señor Jesucristo y también tengo un señor que me quiere quitar el cigarrillo y le obedezco, porque me quiere ahogar, me pone cosas para que yo deje el cigarrillo” dice Chicho refiriéndose a las voces que escucha en su mente todos los días.
Chicho, el personaje más conocido del barrio los alcázares, se levanta muy temprano en la mañana, toma sus “escudos” que son la escoba y la bolsa de basura para salir a barrer hasta que todo el sector quede limpio, va a la tienda “El agrado” donde le regalan agua para regar las plantas del hospital y para bañarse en pantaloneta detrás de su carretilla con la que se dedicaba a reciclar, pero que desde hace dos años se encuentra descompuesta.
Sus vecinos no tienen ningún inconveniente con él, al contrario, siempre están pendiente de su comida y su salud, hace poco le descubrieron un problema prostático por lo cual fue internado en el hospital, pero escapó.
“Se le ha insistido para llevarlo al asilo, todos colaboraríamos con la mensualidad, pero él no quiere” señala Breyner Yance, un trabajador de la Floristería Exequiales Santa Cruz E.U. quien lo cataloga como un verdadero personaje “Un bandido de Hollywood”.
A pesar de las condiciones en las que se encuentra, no se queja de nada y está acostumbrado al lugar en el que vive, se rebusca cuidando los carros y guarda el dinero que le regalan sus vecinos y las personas que pasan por su vivienda. Con la comida es muy exclusivo, no la recibe de todo el mundo, solo de quienes conoce.
El respeto y tranquilidad, es lo que caracteriza al tan conocido Chicho, llamarlo “indigente” sería una falta de respeto, aun teniendo muchas necesidades no se acostumbra a pedir dinero ni a estar desaseado e incluso construyó su propia casa porque se considera un habitante más del barrio.
Sus implementos de trabajo y de aseo como la escoba, las bolsas y su jabón, lo compra con su dinero. Además vigila y limpia el sector porque le nace, no por obligación o por esperar algo a cambio, no está de más decir, que Teobulo Ramón Tovar es un ejemplo de un samario de corazón humilde, que no le pide mucho a la vida, solo un martillo y un serrucho para volver a trabajar con su vieja carretilla de madera.
Aveces no conocemos la vida de las personas que se encuentran en la calle, que por algún infortunio terminan viviendo en estas situaciones, gracias por mostrarnos la vida de este gran ser, y lo que nos queda es tratar de ayudar a estas personas, muy buen articulo.
ResponderEliminarEste es el resultado del empeño y la dedicación. Un gran mensaje de humildad. Gran trabajo. ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarUn excelente trabajo, e investigación, me llego al corazón, muy bueno, felicidades
ResponderEliminarLa calle; el lugar donde nunca faltan las historias. Crónicas como esta, nos ayudan a conocer la realidad de la sociedad en la que convivimos pero que pocas veces nos relacionamos. A dejar de vivir en la fantasía de la comodidad y conocer la realidad de seres de carne y hueso que no escaparon de cuentos de hadas y no pertenecen a ellos. Excelente trabajo. Felicitaciones.
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ResponderEliminarEs muy interesante esta historia, realmente "Chicho" es un bandido de Holywood, al leer esta crónica me doy cuenta de que aún existen personas que no tienen nada pero aún así hacen lo posible para ser felices, es una historia de vida que merece ser apreciada y conocida por todos los habitantes Samarios, no podemos seguir siendo indiferentes ante este tipo de personas , merecen de todo nuestro respeto y admiración.
ResponderEliminarEste tipo de crónicas son las que nos dejan un gran mensaje, personas que viven en la calle y que sin darnos cuenta nos son ejemplo de humildad. Felicitaciones!!!
ResponderEliminarEs increible la forma de que esta historia me ha dado una leccion de vida, estas personas no son solo de las calles, estas personas tienen corazon, tienen una historia y no nos quita nada ayudarlos. La verdad le agradezco a chicho y maria angelica por esta linda historia. Excelente!! Felicitaciones
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ResponderEliminarEsto es de admirar..
ResponderEliminarEsto es un claro ejemplo de que las personas mas simples tienen un gran corazón lleno de humildad es de admirar como a pesar de estar en esa situación parece que no le importara
ResponderEliminarPara los que pasan a su lado y creen que es un loco más: esta crónica es una pequeña muestra de la sabiduría escondida entre pedazos de cajas de cartón, y un gran ejemplo del periodismo a flor de piel. Excelente.
ResponderEliminarMuy buen comienzo. Usas el humanismo y una redacción sencilla para retratar lo que deseas y de eso se trata la crónica. De repente como una recomendación extra, trata de impregnarle a tu crónica un concepto visual de tu parte, es decir, dedicarte a retratas en la redacción algo que haya visto tu ojo que los demás seres del común no ven y de seguro tu historia será más que fabulosa. Pero vas en excelente camino Maria te felicito. Primer semestres y mira el nivel que tienes, te admiro
ResponderEliminarMi estimada María Angélica quisiera felicitarla por la escogencia de esta historia que muchos de los samarios teníamos idea de ella, pero nunca nos habíamos detenido a conocerla. Me llamo mucho la atención la forma en que usted la plasmó en esta crónica. Muy buen trabajo!
ResponderEliminarMuchas veces Por desconocimiento, desinterés, ignorancia de las historias de vida de estos personajes de la calle, somos indolentes, intolerantes sin darnos cuentas que estas son personas que merecen respeto y son ellas ejemplos de humildad que es lo que nos falta a todos los que los evitamos o maltratados de palabra por creemos más que ellos, gracias a este tipo de investigaciones periodísticas es que se conoce este tipo de realidades, muy buen trabajo Felicitaciones. Arte. Felix
ResponderEliminarEsta es una entre millones de historias que se recorren en silencio por las calles de esta ciudad que sutilmente esconde las mas valiosas crónicas de voces que no encuentran las palabras, para ser conocidas y escuchadas, son sentimientos de admiración y de profunda tristeza hablando de un hombre con una historia marcada por una realidad de cartón y de lo que algunos conocemos como basura, pero con corazón de carne y ganas de salir adelante ante las dificultades sociales a las que estamos siendo sometidos todos, es para reflexionar y hacer diferencia en cualquier condición de vida.. Mary Felicitaciones, tus ojos están bien claros y el camino realmente es el correcto, Dios te Bendiga.
ResponderEliminarEs triste saber que personas de buen corazón y humildes vivan así en estas condiciones. Que buena nota esta, felicidades en tus labores de periodismo.
ResponderEliminarbuena crónica, yo siempre pasaba cuando estaba en el colegio lo veía en la madrugada, el se merece algo bueno en esta vida
ResponderEliminarInteresante y bien estructurada tu crónica, es importante resaltar que esta historia conmueve y es de admirar, buena ortografía y te felicito.
ResponderEliminarTe felicito Maria Angélica, es muy interesante que trates temas y personajes que nadie se ha preocupado por tratar, tienes una buena redacción continua así.
ResponderEliminarAveces recibimos las mejores enseñanzas de vida de las personas que consideramos "menos indicadas", ¿Quién imaginaría que tal personaje se encontraría tras ese impredecible hombre?. Historias como estas nos ayudan a entender que la felicidad de la vida y la alegría de cada día, no está en lo que tengamos o vistamos, si no en la pasión con la que hacemos lo que amamos. Gran ejemplo de humildad y de admiración. Excelente artículo, felicidades.
ResponderEliminarExcelente cronica, la forma en como cuentas la historia de este agradable personaje cautiva y atrapa al lector, ademas saca a flote el excelente periodismo que realizas.
ResponderEliminarEsto nos muestra que a pesar de las condiciones se puede tener una vida digna y repetable, este señor es admirable ya que no todas las personas se aconstumbran a vivir con cierta tranquilidad en las calles, la mano de Dios sobre sus hijos no se equivoca y cualquier calamidad puede tumbarnos pero no derrumbarnos al que confia en el.
ResponderEliminarMuy buen trabajo compañera, te felicito.
Excelente crónica. A veces ignoramos la vida de las personas que deambulan por ahí y nos atrevemos a juzgarlas sin, en realidad, haber conocido su historia. Este hombre que muchos catalogarían como uno, de muchos como él, que des-embellece la ciudad, es uno de los que se encarga de su mejor cuidado. Me impacta como las personas mas humildes son las que cargan historias, acciones y aptitudes que merecen un mayor respeto y valor que el que a diario ignoramos.
ResponderEliminar¡Excelente redacción y excelente historia!
ResponderEliminarExcelente trabajo María Angélica.
ResponderEliminarLa verdad no tenía conocimiento de este hombre, pero como lo expones en tu escrito, si que es todo un bandido de Hollywood, es que admirar porque es una persona que no se queja de la vida que tiene, en cambio nosotros que lo tenemos todo nos vivimos quejando de todo y por todo. Vas por buen camino, continúa así
Me encanta que te hayas acordado de estas persona que son el olvido de todo el mundo, hacerlos sentir valiosos nunca está de más. Excelente historia y redacción Angie.
ResponderEliminarEste trabajo lo podemos analizar desde dos puntos de vista; desde el punto de vista humanitario, podemos decir que muchos de nosotros somos tan egoístas y egocéntricos, que solo nos interesa nuestro bienestar, muchas veces ignoramos a las personas que necesitan de nuestra ayuda y nos creemos dignos del amor y del cuidado de nuestro padre celestial. Desde el punto de vista periodístico, pienso que fue un excelente trabajo, pues como dicen algunos de los comentarios arriba, la mayoría de nosotros no conocíamos esta historia, la forma como está escrita nos invita a la reflexión, pues toca una parte muy sensible de nuestros sentimientos y a tener mayor compromiso por nuestra ciudad y nuestros vecinos. Felicitaciones Maria Angélica
ResponderEliminarExcelente Articulo, que bueno que volviste los ojos a los menos favorecidos, ademas lo hiciste con mucho respeto. FELICITACIONES
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ResponderEliminaren realidad he paso por hay muchas veces y e ignorado la situación de chico pero que bonito que personas como tu se encarguen de conocer esas historias ocultas que en realidad deberíamos investigar muy bonito tu trabajo sobre todo el servicio social.
ResponderEliminarTe felicito por este trabajo, la mayoría de personas no conocíamos esta historia o por lo menos yo y nos deja una enseñanza muy grande. Redactas muy bien .. Sigue adelante que te espera un futuro lleno de éxitos y muchas bendiciones.
ResponderEliminarHermosa historia, muy conmovedora. A veces las mejores personas se encuentran en los lugares mas inesperados!
ResponderEliminarEncaminada por el periodismo prima, muchos éxitos y este trabajo es una buena señal. Comlarto buena parte de los comentarios donde te apoyan y felicitan por esta crónica urbana. Asocia de buena forma un sentir humanitario y retratar una historia de vida.
ResponderEliminarMaria Angelica esta es una cronica de admirar sobre todo de la manera en como nos contaste la historia de este personaje, la comunidad samaria debe saber que detras de estas personas que habitan en la calle se oculta una gran historias felicidades
ResponderEliminarExcelente colega, es una historia que de verdad conmueve, sigue así que vas muy bien.
ResponderEliminarTienes muy buena redacción y un estilo muy propio, contar historias como las del señor chicho son interesantes por que vemos que el periodista no solo se basa en noticias, tragedias, escándalos, si no en contar historias como la de este hombre, que llegan al corazón del lector. Felicitaciones y sigue así que vas muy bien mari
ResponderEliminarAsí es como nos damos cuenta que la felicidad no es solo dinero, un gran personaje e historia que deja una gran moraleja.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Excelente personaje el que escogiste Maria Angelica, !felicitaciones!
ResponderEliminareste señor es un ejemplo de vida y da mucho que pensar, como no quejarnos de lo que tenemos y aprender apreciarlo. Muy buen trabajo.
Excelente historia María Angélica, pasar por ese lugar me generaba cierta incomodidad por las condiciones en que vive este hombre, me conmovió mucho conocer un poco de su vida y las razones por las cuales llego vivir de esa forma. Felicitaciones.
ResponderEliminarQue linda historia mi Mary, tomar a un hombre que a los ojos de muchos es insignificante y mostrar la falta de conciencia que hay en los entes gubernamentales de este país que no ayudan a personajes como este. Congrats!
ResponderEliminarRealmente interesante la historia de este personaje "chicho" de verdad me alegra mucho que aun hayan personas que se preocupen por estos personajes que nos dan un gran ejemplo de vida, muy buena redaccion te felicito de verdad.
ResponderEliminarRealmente es una historia de vida muy impactante, llena de infinitas moralejas, las cuales son perfectas para atesorarlas en nuestro corazón. ¡Felicidades Mary! Has hecho un excelente trabajo al mostrarle a Santa Marta este gran testimonio de humildad.
ResponderEliminarMuy buen trabajo colega, buena redacción
ResponderEliminarInteresante Maria Angelica personas como están son las que merecen ayuda y apoyo total de los individuos a sus alrededores que a su vez se ve reflejado con todo lo que le facilitan, CHICHO hombre reconocido por su humildad.Te felicito bien.
ResponderEliminarMe toco el corazón tu crónica. Que lindo que nos muestres este tipo de historias, y que bien enterarse que aun hay personas que se preocupan por los indigentes. Felicitaciones.
ResponderEliminarConmovedora historia, impecable trabajo Maria, te felicito.
ResponderEliminarQue bueno Mary que cuentes historias como lo es la de este señor ya que sin duda alguna ha sobrevivido por su gran esfuerzo a pesar de su mal estado de salud
ResponderEliminarMuy bueno su articulo, srta María Angelica. Excelente redacción y una informacion muy exacta. Me gusta la manera en como contaste la vida de este personaje, porque al fin y acabo hay que saber más acerca de estos ciudadanos que hacen parte de nuestra ciudad. ¡Felicidades!
ResponderEliminarQuerida periodista y Estimada amiga, me encanto tu crónica! cada palabra en ella escrita fue desde el alma, puedo notar tu esfuerzo y el empeño que pones cuando se trata de acudir a los demás! FELICIDADES! un gran trabajo, una excelente redacción y mas que eso fue puro corazón!
ResponderEliminarEn muchas ocasiones el estado no tiene en cuenta que las personas que viven en la calle también forman parte de la sociedad y el abandono que se les da es impresionante ,que bueno que toques este tema,felicitaciones
ResponderEliminarla historia de una persona, de la cual se habla mucho y se sabe poco, buena crónica.
ResponderEliminarRealmente sorprendente, todos los días paso por al lado de su casa y no sabia nada de su historia. Excelente crónica.
ResponderEliminarTe felicito Maria Angélica, Muy buena redacción. y escogiste un excelente personaje. Nueva mente lo reitero, (Admiro los periodistas que buscan historias de calle ) Bendiciones, continua así ..
ResponderEliminarOtra historia más para conocer, estas personas tienen mucho por decir y nadie las escucha. Te felicito por este gran trabajo.
ResponderEliminarExcelente trabajo y muy buena redacción. Te felicito, sigue así.
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ResponderEliminarRealmente es de admirar que una pequeña reportera de primer semestre se haya atrevido a acercarse a este popular hombre, para contar su historia: llena de fantasías, ilusiones rotas, pero como ella lo da a entender, de ingenuidad.
ResponderEliminarYa quiero ver cómo narrará otras historias cuando vaya creciendo en su carrera de periodismo y perfeccione su redacción, que salvo a algunos errores ortográficos, es muy muy buena. Prometedora.
Felicitaciones. Muy bien.