Aracataca,
más conocida como Macondo, aquel pueblo de ensueño que dibujaba García Márquez
en sus cuentos perdidos entre la realidad y la ficción, pero Aracataca es mucho
más que esto, es mucha más historia, es un pueblo en el olvido de Colombia. En
¨cataca¨ como le dicen sus habitantes,
se percibe día y noche un ambiente festivo, su gente es alegre y
carismática, a pesar de que vivan entre pobreza y abandono. Al recorrer las
calles se puede notar que en realidad es un pueblo mágico, y las abuelas
parecen sacadas Macondo.
Al
llegar al pueblo notamos que la plaza
principal estaba casi vacía, cuando suele encontrarse todo el pueblo reunido en
ella, nos sentamos en una tienda a observar y contemplar el paisaje que nos
ofrecía el pueblo, nos dimos cuenta que la poca gente que veíamos pasar era de
género masculino, y al cabo de un rato nos encontramos con la respuesta, las
jóvenes y mujeres del pueblo se encontraban en una manifestación pidiendo por
la paz, aunque nos quedaba un interrogante las mujeres no podían ser toda la
población de Aracataca, todavía se veía muy poca gente, seguimos sentados en la
tienda esperando encontrarnos con otro suceso, cuando de pronto todo el pueblo
quedo en absoluto silencio, las tiendas apagaron sus equipos de sonido y pico,
las personas detuvieron la actividad que estaban realizando y todos voltearon
hacia una calle, y encontramos la razón de este raro suceso; venía una carrosa
fúnebre con una procesión de gente detrás de ella, las personas lloraban a su
muerto y el pueblo entero parecía acompañarlos en su dolor y no solo esto, sino
sentirlo y respetarlo. Ahí fue que pudimos entender cómo es que en ataca la
gente vive feliz a pesar de tener tan poco, resulta que en este lugar las
personas se quieren como familia, ese momento fue muy bonito ver como todo el
pueblo quedo en silencio al paso de su muerto.
Aracataca
es un pequeño rincón de Colombia que vale la pena visitar, es un pueblo lleno
de historia, que merece ser conocido más que por el hecho de que Gabriel García
haya nacido allí, aunque es muy motivador saber que de este lugar perdido haya
salido un Nobel, en este sitio la gente muere de vieja y muere feliz, todos
viven en paz y se cuidan como familia.
Presentado por:
Andrea Collantes |
Anny Vega Zuleta |
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